29 de octubre de 2009

Halloween


Este fin de semana es Halloween, una importación yankee que sirve como escusa a jóvenes y no tan jóvenes para salir de fiesta ataviados con disfraces de personajes variopintos, decorar casas y locales con parafernalia terrorífica y ver en compañía películas de miedo.

Es una fecha en la que la gente se lo pasa bien, disfruta con el miedo, pues sabe que pese al espectáculo tenebroso y oscuro que envuelve el Día de todos los Santos, no hay nada que temer, porque cuando despierten de la juerga sus vidas seguirán con la misma normalidad de siempre.

Pero hay algunos políticos cuyo Halloween comenzó hace varios meses, acabándoseles el chollo y empezando sus tormentos; políticos imputados por corrupción sobre los que pesan acusaciones muy serias, fundamentadas en horas de conversaciones, facturas sospechosas y toda una serie de irregularidades que nada de transparencia ni honradez inspiran a la ciudadanía, y menos a la Justicia.

A estas alturas del año, desde que en Febrero se destapara toda la septicemia de Gürtel, va aumentando cada día el terror nocturno del señor Camps, que no debe de dormir muy tranquilo con los fantasmas atormentándole cada noche en constantes pesadillas de “correas” y “bigotes”.

Imagino la tortura y tensión que debe suponer poder encontrarte cada mañana con una nueva acusación, una nueva prueba o confesión que eche más leña al fuego de trajes, bolsos de Vuitton y Orange Market en el seno del PP valenciano.

Para muchos, este Halloween será simplemente un día más, una ocasión para divertirse y hacer bromas asustadizas con nuestra gente, pues tenemos la conciencia tranquila; pero me temo que quienes han jugado con el dinero público de todos y todas y los han pillado, quienes han mentido al pueblo y actúan de forma soberbia y déspota, pasarán una noche de Halloween especialmente aterradora.

7 de octubre de 2009

El PSOE y la crisis, el PP y la Gürtel

Tras hacerse público parte del sumario sobre la corrupción a gran escala de Gürtel, el diario El País sorprende diariamente a sus lectores con la publicación de numerosa documentación y afiladas opiniones sobre el PP, cada vez más exportadas a otros medios. Pero, por aquello de una de cal y otra de arena, avisa de una tosca encuesta que parece vislumbrar lo que podría ser un posible cambio de Gobierno, fruto de una gran abstención, de celebrarse elecciones generales próximamente.

¿Qué está pasando aquí? Si hacemos una lectura panorámica, se observa un paisaje bastante desolador en lo que a los políticos y grandes partidos se refiere.

Por un lado, quienes confiaron en los socialistas se encuentran disgustados con el Gobierno Zapatero ante la gran confusión que transmite el Ejecutivo para argumentar en el manejo que está haciendo de la difícil coyuntura económica. El PSOE, presionado desde el primer día, no encuentra la manera de hacer llegar su mensaje a la gente, lanza consignas idealistas que no acaba de plasmar en políticas con resultados reales y efectivos, le falta confianza en si mismo, los datos económicos le pisan los talones y hace parecer que improvisa o que va dando bandazos sin saber muy bien cuándo se dejará caer muerto. Necesita ponerse las pilas, y necesita hacerlo ya, al menos en materia económica.

Por otra parte, el tradicional Bipartidismo político español se evidencia hoy más como un mal de cura urgente y necesaria. Parece mentira que un gran sector de la sociedad española continúe tercamente pensando que no hay mayor alternativa al PSOE que el PP, y viceversa; y que ello se traduzca en una gran abstención voto cuando corren tiempos difíciles. Una sociedad que no ve más allá de lo que el marketing político le impone, es una sociedad que no ha acabado de interiorizar lo que significa vivir en Democracia y lo que es la pluralidad ideológica.

Por su parte, el Partido Popular (populista) se muestra feliz y sonriente ante los favorables resultados de las encuestas, con su líder Rajoy (¿?) a punto de fumarse un purito de celebración mientras, por detrás, todos sus compañeros se frotan ansiosamente las manos, pues en España no ocurre como en otros países donde se acaban de celebrar elecciones, donde grupos más a la izquierda y partidos verdes han visto aumentado el apoyo a sus ideas y alternativas.

Es alucinante cómo es posible que la gente considere digno de gobernar a un partido podrido de corrupción, un partido infectado en toda su estructura, en una sepsis que avanza cada día que se nos cuenta un nuevo afluente de Gürtel o una nueva conversación grabada. Un partido cuyos líderes y responsables, o bien son “amiguitos del alma” de delincuentes, o bien ignoran y muestran literal indiferencia ante los escándalos que proliferan en su partido, inaceptables en un sistema democrático y de Derecho.

La sociedad española no tiene por qué soportar ni puede permitir un segundo más que haya un partido como el PP al frente del país, un partido que desconoce el significado de la palabra “responsabilidad” y “honestidad” políticas, y que nunca utiliza la palabra “social” ni “progreso” porque jamás las comprendió ni aplicó en su manera de entender las necesidades de la gente.

España no se merece un partido que haya actuado mal, o muy mal, al frente de la crisis económica, pero sí que es necesario es que España tenga un Gobierno que sea honesto y reconozca sus errores, rectifique, enmiende sus políticas y cuya máxima preocupación sea el bienestar del conjunto de la sociedad; y no un Gobierno liderado por un partido que en ningún momento ha presentado una alternativa en pos del beneficio colectivo y de los que peor están lo pasando, un partido irresponsable, que no soluciona sus errores y que, hasta el día de hoy, está más preocupado por desgastar al Gobierno de turno con tal de sacar rédito electoral, hacer una política sucia y estar más pendiente de sus intereses particulares que el de los del conjunto de ciudadanos y ciudadanas.

Por puro sentido democrático y por convicción ética, debemos reflexionar sobre qué tipo de futuro y líderes queremos tener, espero que no erremos en la decisión de aquí a 2012.

5 de octubre de 2009

Mercedes Sosa, hasta siempre

Ayer murió la cantante argentina Mercedes Sosa, conocida con el nombre de “la Negra”, o la Voz de América Latina.

No conocía a esta mujer, ya mayor, pero ayer escuché por casualidad una canción suya, profunda, que me emocionó muchísimo, y quiero dedicar el post de hoy a rendirle un pequeño homenaje desde mi máxima humildad y respeto.

Mercedes Sosa nació en Argentina hace ya 74 años, de donde tuvo que huir y exiliarse tras la implantación de la dictadura militar de los años 70, ya que siempre estuvo comprometida con la política y con los valores sociales de defensa sindical y de los derechos humanos que aquel régimen, como todos los totalitarismos, despreciaba y rechazaba.

Durante más de 40 años, siempre se había dedicado a la música y al estilo del folklore latinoamericano, con mensajes revolucionarios, mensajes humanos, de esos que alcanzan el interior de cada uno.

De ella se ha dicho "Mercedes fue un ser bondadoso, sin ningún tipo de maldad y su presencia era una necesidad para todos los que actuamos o grabamos con ella", ha resumido el letrista Antonio Tarragó Ros, en nombre de los músicos argentinos.

No conocía a esta mujer hasta ayer, cuando leí la noticia de su triste muerte. No la conocía, pero escuchando su hermosa voz y algunas de sus canciones, no pude evitar escribir estas líneas.

Por ello, dedico esta entrada a su memoria, por ella, y por los millones de seguidores que deja en todo el mundo.

Hasta siempre.